viernes, abril 27, 2007

Amaro Gómez-Pablo:
“Mi primer matrimonio está en casa”



Tras un día viviendo la rutina que vive el periodista español-chileno, logramos conocer más profundamente al recién casado.

Amaro está sentado en su escritorio fumando uno de sus cigarros importados desde Indonesia “Djarum”, sin su común corbata y chaqueta. Casado con Amaya Forch con la que ya tiene una hija, Julieta de 6 meses. No tiene trabas en decir que conduce un Saab. Amaro nació en Madrid y vivió ahí hasta los 17 años que se vino a Chile, donde estudió en la Universidad Adolfo Ibáñez y en la Universidad Gabriela Mistral. Ha sido corresponsal en jefe de CNN en Europa y le ha cubierto conflictos bélicos. Fue el primero en lograr una entrevista con el (r) General Contreras. Estuvo en Inglaterra cubriendo cuando Pinochet estuvo detenido en Londres.

Cuando estabas estudiando periodismo ¿Alguna vez imaginaste que serias jefe corresponsal de la CNN en Europa y que te tocaría estar en medio de conflictos bélicos?

No, nunca me imagine porque en realidad uno estudia periodismo como lo que es, una pregunta abierta y sin mayor respuesta. Es una promoción vocacional, y simplemente aspiraba a poder sí convertirme a una suerte de trotamundos. Pero nunca sabía verdad, que es lo que el futuro deparaba en ese alcance. Y fue un privilegio, por que CNN termino siendo mi mejor escuela, es un gran sitio donde aprender a hacer periodismo, porque te toca revisarlo de las más diversas maneras, tanto en radio, como también en televisión y también escrito en ocasiones. Y en las geografías más disímiles en el planeta.

¿Para ti cómo fue el salto de trabajar haciendo pololos en diferentes empresas y dando clases en la universidad, a ser parte de las filas de CNN?

Fue un consuelo, porque fue un gran privilegio y una suerte, porque es difícil insertarse en el mundo laboral periodístico en Chile por varias razones; primero, porque hay muchísima demanda y hay poca oferta laboral. Desde otro punto de vista también creo que, es muy provinciano el mundo periodístico local, y creo que fue una suerte de encontrar una ventana tan amplia como la de CNN. Y creo que también fue un descanso, porque por lo general la nuestra es una profesión en la que los horarios son sumamente irregulares, hay un menosprecio en general hacia nosotros como periodistas, y donde los sueldos son bajísimos. CNN me permitió básicamente, si bien es un sitio donde no te haces rico, sí por lo menos tienes un sustento. Pero es una empresa donde reitero verdad, el mayor de los logros, es el poder aprender.

¿Qué ha sido lo que más te ha desanimado en la profesión?

Lo que más me ha desanimado recientemente, es la tiranía del reating, creo que la mayor presión que existe en Chile es justamente es la comercial que finalmente desnaturaliza nuestras pautas, y es lamentable. Desde el momento en que como presentador de noticias, tanto verdad como Hoffman, como Guille, como yo presentamos nuestros respectivos noticiarios con la nota uno, en el bloque uno de la gata luz, es impropio, es una falta de respeto a la audiencia, a su inteligencia y también a sus conflictos más profundos en un país lleno de dicotomías sociales, y de problemáticas desatendidas, es una mofa y eso me duele, y eso se hace por reating y creo que es impresentable.

Alguna vez estando en zona bélica ¿Has estado apunto de morir a causa de una bala, explosión, atentado?

En más de una ocasión, concretamente recuerdo instancias, por ejemplo en Afganistán donde gracias a, por ejemplo, una ráfaga de viento oportuna el objetivo de esa bala, la bala cambia de trayectoria. Pero en más de una ocasión efectivamente, uno siente el riesgo real de la zona o de las zonas en las que estas. Y sí es muy difícil, son momentos en los que nuevamente calibras y te das cuenta de los escenarios en los que estas actuando, aunque estas plenamente conciente de ello y siempre es un recordatorio la suerte que uno tiene.

¿Perdiste alguna vez a un compañero?

Compañeros menos afortunados que sí pude conocer han llegado en cajones de madera, y ahí te das cuenta de la hermosura y la tragedia que compaña nuestra profesión. Hermoso porque son pocas las profesiones donde hay personas dispuestas a dar lo más preciado que tienen, que es la vida en razón de un principio, que es la libertad de expresión, y eso es trágico al tiempo que es hermoso. Creo que nos sitúa en un lugar muy singular, en una sociedad donde el costo, beneficio y esa lógica implacable lo inunda todo.

¿Volverías a trabajar a CNN?

Sí, podría volver a trabajar en CNN, pero estoy abierto a trabajar en otros ámbitos y seguir creciendo.

Has sido muy criticado por algunos chilenos por ser el lector de noticias en el Canal Nacional, y tener acento extranjero ¿Qué tan duro ha sido esto para ti, siendo uno de los mejores periodistas actualmente en la televisión chilena?

Entiendo de donde provienen esas críticas, y acepto hasta cierto punto el alcance que puedan tener. Por otro lado, sin embargo, difiero de ellas cuando son pronunciadas por mis pares, por otros periodistas, que están sumidos en una globalización y donde debieran entender de que, primero, no podemos ser tan reduccionistas. Y finalmente, limitar el ser chileno a hablar como chileno, me gustaría verdad desafiar a esas mismas personas, a una definición más autentica de lo que finalmente, es la identidad nacional. Creo que probablemente conozco el país desde Putre hasta la Antártica mucho mejor que muchos. Y además, creo que conozco la historia, lo digo sin ánimos pedantes, mucho mejor que muchas personas que hacen estas observaciones. ¿Qué es ser chileno entonces?

¿Qué tan difícil resulta ser objetivo en la noticia trabajando en un canal estatal y donde tu compañera de trabajo es la esposa de un Ministro de Estado?

Es una buena pregunta, es un buen alcance, porque efectivamente es el talón de Aquiles de TVN. TVN no es un canal de gobierno, es un canal de Estado. Y a veces a los gobiernos de turno debemos recordárselos.


Conoces 48 países en los cuales te ha tocado hacer notas y reportajes para CNN y TVN ¿Cuál ha sido el país que te ha dejado más buenos recuerdos?

No podría responderte aquello, y no por ser diplomático, sino que todos albergan experiencias muy distintas. Afganistán lo conocí en un conflicto, también Irak, sin embargo tengo grandes recuerdos de ambos. Haití la precariedad económica y, sin embargo, gente que trata de salir a flote a como de lugar, un testimonio de supervivencia. Países como Colombia, hermoso por si solo, con gran riqueza cultural, gente festiva y alegre aunque viven en un cuadro de guerra civil en los últimos 50 años. Chile, y otros tantos. Todos albergan experiencias que han sido un gran aporte a mí como persona, y creo que esa también es una de las bellezas de nuestra profesión. Finalmente es un pretexto de oficio para seguir creciendo como individuo.

¿Qué consecuencias te ha traído el haber contraído Malaria, mientras hacías un reportaje en la Amazona Venezolana?

Nuevamente un recordatorio a lo frágil que es la vida, la precariedad y como en definitiva, un mosquito puede ponerte entre la espada y la pared. Creo que es tener presente tu vulnerabilidad, y creo que eso siempre es una lección muy fundamental a tener no solamente en situaciones extremas, sino una situación cotidiana del diario vivir, saberse frágil.

¿Pero te trajo alguna consecuencia?

Sí, el hecho de que estuve a punto de morir por anemia y fiebres muy altas.

¿A qué personaje mundial te gustaría hacerle una entrevista personalmente?

Creo que es fascinante poder conocer a un personaje como Osama Bin Laden, y me imagino que seria la respuesta estandarizada que te darían muchos periodistas. Pero creo que hay una riqueza que obviamente en un individuo que ha cambiado completamente el norte de lo que ha sido la política de los últimos años. Creo que además es fascinante porque es un hombre que demuestra una extraordinaria flacidez en su rostro, que encontraría enormemente su imagen mítica de terrorista ¿Qué es lo que piensa? ¿Cómo justifica esos crímenes? Creo que es fascinante sin prejuzgarlo, hablar con un personaje de esa talla. Y por otro lado, te respondería que, por lo general lo que a mí me ha dejado enormemente satisfecho, es entrevistar no a enormes personajes, sino a gente anónima, gente de todos los días, ahí esta el reporte en el hombre común, que finalmente es nuestra audiencia.

¿Dónde estabas y qué estabas haciendo cuando sucedieron los atentados del 11 de septiembre de 2001? ¿Cuál fue tu impresión al respecto?

Estaba en Londres, cubriendo una protesta contra las armas ligeras, como los son los rifles semi-automáticos, Aka 47 están en todas partes del mundo. Estaba cubriendo esa protesta cuando efectivamente se anuncia en el parlante, por parte de uno de los manifestantes, que un avión había impactado en una de las Torres Gemelas, incrédulo mire a mi camarógrafo, llamo inmediatamente al Cuartel General de Atlanta y me dan el reporte completo de lo que allí sucedió. Pensé que como operación terrorista fue magistral, porque es una imagen indeleble que nadie, jamás podrá borrar de nuestras cabezas, nunca. Si le haces la misma pregunta a cualquier persona todos sabrán responderte, y en ese alcance touthe, como dicen los franceses, esa es una operación brillante de parte de Al Qaeda, y siniestra.

¿Cuál sientes que ha sido la entrevista más importante que has realizado?

Hay muchas y en escenarios muy distintos, pero a un personaje extraordinario que me toco conocer, es a Vernon Walters, él es el sub director de la CIA durante 4 administraciones sucesivas. En efecto es la persona que llevaba las riendas de la comunidad de inteligencia del país más poderoso del mundo, durante los momentos más críticos del siglo XX. Un hombre que conoce al dedillo la historia, no solamente porque es culto, habla 8 idiomas y 4 dialectos, sino que al mismo tiempo, es un hombre que ha forjado, ha hecho la historia que también conoce. Poder entrevistar a un sujeto de esa naturaleza, es a todas luces. Guste o no el personaje, en teoría.

¿Y cuál sientes que es la nota o reportaje más importante?

No podría individualizar un reportaje, porque creo que responden todos a contextos muy diversos, por ejemplo si te hablo de reportajes o coberturas que se hicieron en Irak ¿Qué pasa entonces con las de Afganistán? ¿O con las de Yugoslavia? ¿No fueron importantes? No podría responderte algo así. Hay coyunturas muy diversas, y me parece que incluso en el contexto también diario, lo que me ha tocado cubrir activamente en Chile, hay muchas notas y reportajes muy destacables, siendo algunos de ellos la cobertura que he hecho en el último tiempo de la prostitución infantil, por ejemplo. Y la drogadicción y su asociación estando en la calle, estando con las mismas personas, que son victimas. Creo que responden a contextos diversos.

En tu opinión ¿Cuál ha sido el hecho noticioso más importante en la última década?

Sin lugar a dudas, es el atentado a las Torres Gemelas en el 2001, el 11 de septiembre. Creo que cambió el mapa político internacional. Tristemente se ha convertido en un episodio que después han utilizado aparatos de Estado para justificar grandes avances que ha habido en las libertades civiles, durante décadas.

¿Sientes que has dejado de lado a tu familia por dedicarte a tu profesión?

No, creo que siempre es un costo. Los horarios son irregulares, esta es una profesión vocacional. Pero creo que he atendido a mi familia de la mejor manera posible, y creo haber estado presente en los momentos importantes, y eso lo digo con gran satisfacción, porque el periodismo es un hermoso matrimonio, pero mi primer matrimonio está en casa.

Si pudieras volver atrás ¿Qué cambiarias de tu vida?

(Se pone pensativo y guarda unos momentos de silencio) No muchas cosas, pero si me habría gustado madurar más rápidamente. Quizás haber sido un hombre más generoso, aunque no me considero un hombre que peca de egoísmo, creo que esa generosidad te arma de espíritu, cuanto más tengas, más pronto, más mejor como dicen algunos en la calle.


Por Benjamín Hodges.

sábado, enero 13, 2007

Mi Experiencia en el Servicio Militar

Lo que contare a continuación es la experiencia vivida por mí en el año que permanecí en el servicio militar. No pondré cada evento con fechas pues son muchas y es casi imposible acordarse de todas, sí de aquellas en que marcaron algún hecho importante. Lo más probable y seguro que no mencione todo lo que me ocurrió pero servirá para hacerse una idea de cómo fue ese año; el año que marcó mi vida.

Fue el día 17 de marzo cuando me tocó presentarme en el Estadio Militar, iba con los papeles del colegio para sacarme el servicio pero algo sucedió ahí que me hizo cambiar de parecer, en un momento decidí lo que cambiaría mi vida, me anoté como voluntario para realizar el servicio militar. Tras llenar la primera ficha pasé al segundo paso que correspondía al control medico, quien nos hizo hacer flexiones de piernas; tercero el dentista quien lo único que hizo fue revisarnos la dentadura; y por último, al asistente social. Mi retirada de aquél sitio fue con un “bienvenido” de parte del militar que se encontraba haciendo guardia en esa puerta.

Mi primer destino tras haber dejado el estadio fue a la UDI para contarles que me iba a Putre a hacer mi servicio militar. Los únicos que encontré ahí fue el actual presidente en ese entonces Pablo Desbordes y el futuro presidente, Marcelo Rojas. La última parada tras esa visita fue mi casa. Sorpresa para todos, iba al estadio a sacarme el servicio y termine inscribiéndome como voluntario, eran mis dos últimas semanas en Santiago, en tres días más cumpliría los 19 años. Ese día recuerdo el nick de Marcelo Rojas dedicado a mí “Desde hoy me siento más seguro” frase que me había dicho con anterioridad en la UDI.

El día 2 de abril llegó el día del adiós, tenía que estar a las 16:30 horas en el estadio con todas mis pertenencias. Ese día se almorzó algo que sería ridículo pero no para mí, ya que probablemente no volvería a comer en bastante tiempo, me refiero a McDonalds. Llegado el momento la comisión de despedida correspondía a toda mi familia más mis abuelos maternos. Al llegar era un desastre, cientos de personas agolpadas despidiéndose de sus hijos, hermanos, primos y nietos. Cabe decir que no dejaron ingresar a mis papas, sólo podían ingresar los soldados que se acuartelaban ese día. Una vez dentro formamos una fila, en la tarima estaba llamando por lista de apellidos, una vez nombrado procedíamos a formar una nueva fila que correspondía a un bus, el 14 si no me equivoco. Nos revisar que no lleváramos nada indebido. Una vez concluido todo se permitió la entrada de los familiares para el último adiós. Lo más difícil de todo era hallarlos, ya que había cientos de personas y no poseíamos teléfonos móviles. Tras un rato, los encontré. Logre estar con ellos entre 5 a 10 minutos antes de ser llamado para abordar los buses que nos llevarían al destino final.

La primera media hora desde que el bus comenzó a avanzar los viví como una escena en silencio, a pesar que los que iban detrás estaban gritando. En todo el trayecto no dejé de mirar el paisaje en el viaje más largo de mi vida. El bus se dividió en dos partes: los de adelante los que se habían arrepentido o que nunca quisieron estar; y atrás los que querían. Yo desde que me subí al bus me senté atrás, más que nada para que no se burlaran, no quería empezar mal un año completo. Llegamos a Arica el domingo 3 a eso de las 23:30 al Cuartel Lagos (por supuesto, en ese momento no sabía como se llamaba). Tendríamos que dormir dentro del bus, algo que en sí era asqueroso, ya que hacía demasiado calor pero de todas formas me dormí. Un rato después desperté y no había nadie se estaban bajando todos, yo también tuve que hacerlo. La noche en Arica ese día no estaba frío pero con el cambio de temperatura que había dentro del bus era muy grande y al salir me puse a tiritar. La razón de todo eso fue que nos tenían que sacar sangre. Los cabos y suboficiales que estaban ahí pensaron y siguieron pensando que la razón de mi tiritar era por miedo a la inyección, siendo que realmente se debía al cambio de temperatura que mencione anteriormente. Una vez terminado el proceso nos permitieron pasar al baño para luego volver al bus. Al día siguiente, no recuerdo a qué hora, partimos rumbo a nuestro último destino, Putre. Mencionar que fuimos la novedad de las alumnas del Junior Collage que estaba en la esquina de donde estaba el regimiento. En el camino fue para atrás uno de los chóferes del bus quien nos comentaba sobre los que nos tocaría vivir.

El momento en que pise el regimiento, fue cuando me di cuanta que había cometido un error, que quería regresar, no quería estar ahí. Formado cada bus comenzaron a dividirnos según la escolaridad alcanzada por cada uno. Luego nos volvieron a dividir, no recuerdo con qué sistema, pero recuerdo que me llevaron para ser fusilero en la primera compañía. Tras un largo rato de espera en el cual yo me encontraba desesperando mirando para todos lados, fuimos divididos nuevamente, esta vez para formar la sección; yo pase a ser parte de la segunda sección de la primera compañía de fusileros. El paso siguiente fue dirigirnos a la “cuadra” donde al ingresar nos dijeron “está será su casa durante un año” eso fue probablemente una de las cosas que ya me hicieron explotar y estaba seguro que no quería estar en ese lugar. Dentro se formaron las escuadras según el porte de cada uno. Yo pase a ser el penúltimo hombre de la tercera escuadra, de la segunda sección de la primera compañía (valga la redundancia). Y también presentados los comandantes: Como comandante de sección, el subteniente Víctor Parra Salazar y como comandante de sección, el cabo Oscar Oyarce Mondaca. Luego nos hicieron pasar donde se encontraban los camarotes (Tenían otro nombre pero se me olvido cuál), yo por suerte me destinaron a la única cama sola. Encima en traje de combate, toallas, ropa interior, botas, sabanas, almohadas, etc. No recuerdo qué se hizo después de eso.

Al día siguiente comenzaron en la instrucción a lo que se refería a la marcha, canto, presentación del regimiento y lo peor, los castigos. No recuerdo si fue el segundo o tercer día en que por la puna perdí el oxigeno y mi teniente me dejó detenerme pero se fue comentando al resto que sólo lo hacía para irme. Fui llevado a enfermería por parte de uno de los mejores cabos que me tocó conocer allá, en cabo Encalada. En enfermería me dieron oxigenación. Debo reconocer que esa semana hice lo posible para que me enviaran de vuelta a Santiago, ya que “yo no sirvo para esto”. Hay que decir que con mi teniente me comencé a llevar bien desde un principio, claro que a pesar que me agradaba, me hacia levantarme cuando ya me había acostado y por supuesto con la teñida de combate. Una de esas noches que más recuerdo fue cuando me llevo a la comandancia donde nos fuimos conversando y me dijo “sé que a ti te cuesta más que al resto, la posición económica que estas tú es mucho mejor de los que están aquí y es obvio que muchos te van a odiar por eso y porque estas acostumbrado a una mejor forma de vida”. El amigo soldado allí fue el Patricio Lagos junto con Cristián Venegas.

Hay ciertas cosas que las tengo combinadas no sé y hay muchas cosas que no recuerdo, pero en esos días comenzamos a prepararnos para la campaña básica en Alcerreca. Nos hicieron probar las carpas y nos pasaron más equipo. Yo estaba cada día más desesperado por irme. Para qué decir cuánto me desagradaban las comidas, aparte que nos daban nada de tiempo para comer. Ahí no se comía, se tragaba. Mencionar que nos aporreaban a cada rato. El sábado siguiente de llegar nos sacaron al pueblo para que llamáramos a nuestras familias.

Hay algo que no recuerdo si fue antes o después de Alcerreca que fue la ceremonia de entrega de armas. Llegó el día que partimos de campaña a Alcerreca, el viaje en camión y repleto sin duda no era un bus semi-cama. Estábamos todos incómodos, a todos se nos estaban durmiendo los pies, el camión que iba atrás se le cortaron los frenos, menos mal nada ocurrió, sólo que los soldados tuvieron que caminar con todas sus cosas por varios kilómetros.

Los detalles en Alcerreca no contare mucho, ya que aquí fue precisamente donde lo pase peor contare puntos que dejaran más claro el asunto.

Recién llegados fuimos aporreados por mi teniente, no recuerdo la razón pero el asunto que nos agotó el primer día ahí. El frío en las noches y en la mañana era una cosa horrenda, 20º bajo 0 que nos estaba dejando la cara, las manos y los labios para la escoba. Estuvimos en Alcerreca por tres semanas, donde nos todos los días realizábamos instrucción de guerra, ciertos días también hubo instrucción nocturna. Nos hicieron examen de orina para comprobar que no habíamos consumido drogas, tuve un problema con el pie donde el remedio me dejaba más adolorido, inyección en el trasero. Y lo principal, me lo lloré todo. Ese mes se me hizo interminable, como si en realidad hubiese estado en el servicio ya tres meses, cuando sólo llevaba uno. El mejor día en Alcerreca fue el 3 de mayo, día en que además estaba de cumpleaños mi papá, ya que era el día de la logística y nos repartieron un Berlín y un chocolate Golpe, lejos fueron el mejor Golpe y Berlín que he comido en mi vida. Dos días después volvíamos a Putre, para comenzar la nueva fase, la preparación para la Revista del Recluta.

El día 9 de mayo cuando estábamos en revista de equipo llaman a formación urgente a todas las compañías del regimiento, por supuesto veníamos llegando de Alcerreca y me urgí, pero se trataba que necesitaban soldados con grupo de sangre 0IV (-), ya que un suboficial del regimiento había sufrido un accidente en moto en Arica y necesitaba esa sangre. Como yo lo era, me hicieron guardar todo mi equipo y prepararme para bajar, ordenamos todo, nos dieron de comer y bajamos. Al ver la ciudad fue un sentimiento que no recuerdo haber sentido nunca antes, una emoción sorprendente. Después de haber donado nos llevaron al Club San Martín para que comiéramos algo (Leche y varios panes con mermelada), luego al Cuartel Lagos donde pasamos la noche. Al día siguiente logramos conversar con los soldados de la promoción anterior que aun estaban y que les quedaban dos semanas para licenciarse. Más tarde nos llevaron al Club San Martín para subir nuevamente a Putre.

Fueron dos semanas en que practicamos todos los días marcha, pasos, movimientos, posturas, paso regular, etc. Además de hacernos aprender de memoria los nombres de: Comandante de Escuadra, Comandante de Sección, Comandante de Compañía, Comandante de Batallón, Comandante de Logística, Comandante de Regimiento, Comandante de División, Gnral de Operaciones Terrestres, Comandante del Ejército, Ministro de Defensa y Presidente de la República. Por supuesto en la revista me salió todo bien ya que anteriormente contaba con la amenaza de mi teniente de que si me salía mal, me licenciaría en mayo, por supuesto sólo fue para asustarme para que me saliera bien. La Revista fue un éxito, salimos como la mejor compañía y nosotros la mejor sección. También esos días comenzaron las clases en el Liceo C-3 de Putre “Granaderos”, donde las clases eran en la tarde.

Se aproximaba el día de la infantería donde sólo desfilarían parte de los soldados, el desfile era en Arica. Yo no desfile pero baje a Arica el 2 de junio, ya que al día siguiente llegaban mis papas que venían a verme y me quedaría todo ese fin de semana con ellos. Nos hospedamos en el Hotel Concordé en la calle Velásquez en pleno centro de Arica. ¿El primer lugar donde comimos? Adivinen, sí McDonalds. Fue un buen fin de semana, la foto que expongo al principio corresponde a esos días. El domingo fue la hora del adiós pero yo me quedé en casa de una amiga que me dejó quedarme y me llevo a las 23 horas que tenía que estar de vuelta en el Cuartel. Se me olvidó mencionar que cuando llegue a Arica me fui caminando desde el Club San Martín hasta el Cuartel Lagos hablando con mi capitán González.

En junio después del desfile comenzó la OME donde íbamos a Pampayuncuma a disparar nuestras respectivas OME, yo era fusilero. Y si no me equivoco tampoco esos días fueron las últimas veces que disparamos.

Un punto que se me olvidó tocar fue una mañana que nos levantamos como era común, y al llegar al rancho para desayunar notamos como en las noticias estaban reunidos muchos militares, yo estaba urgiéndome mucho. En iniciación de servicio nos explicaron todo, se trataba de lo ocurrido en Antuco. Cada noche en retreta nos informaban de cómo iba la búsqueda.

Una noche al volver de clases nos encontramos que el resto de los soldados que no iban a clases estaban levantados y armando sus bolsos, nos cuentan que hay movimiento en la frontera y tenemos que ir de inmediato. En eso llega el teniente Alfaro que nos hace formarnos y nos cuenta la situación, que en Villa Industrial hay movimiento de tropas peruanas y tenemos que ir de inmediato. Yo ya no podía más, cuando el teniente nos envía a la cuadra para que ordenáramos los bolsos, cuando estamos partiendo nos detiene y nos hace regresar a los puestos y nos cuenta que todo era una broma, yo la reacción que tuve fue risa pero me agache por lo cual todos creyeron hasta mi teniente Alfaro que me había puesto a llorar, no me creyeron, pero filo.

Al día siguiente o dos días después estando en el colegio paso el “terremoto del altiplano” movimiento sísmico que a pesar que fue fuerte, no fue tanto como dicen. Lo que pasa es que varias casas se fueron abajo porque eran casas de adobe. Se cortó la luz y nos hicieron regresar al regimiento.

Esos día varios solados se comenzaron a enfermar de no sé que cosa, y como manera precautoria a los enfermos los bajaban al Cuartel Lagos en Arica, yo fui una de esas “victimas”. Debo reconocer que estaba mejor ahí que en Putre, una vez que me mejore nos deban franco todos los días y no nos subían ya que dentro de poco el regimiento bajaría para los ensayos del Juramento a la Bandera. Cuando bajaron nos trasladaron a los ex enfermos de mi compañía al Regimiento Matucana también en Arica. Esos días nos sacaron la cresta en prácticas, todos los días, todo el día. Había expectativa, por cierto por mí no, pues en el juramento estaría el presidente Lagos, el general Cheyre y el Ministro de Defensa, Ravinet y principalmente porque el 11 estaríamos rumbo a Santiago con los pasajes pagados por el Ejército. El Juramento fue éxito, tras eso fuimos al Regimiento Rancagua a la tradición de la empanada. Se me olvidaba mencionar que el viernes antes del juramento, o sea el día anterior se realizó una velaton en el estadio de Arica junto a los padres, los míos no estaban puesto habían venido antes. Ahí se informo que ahora no había viaje el 11 a Santiago y que tendríamos que esperar hasta agosto. En el Regimiento Rancagua nos dieron otro aviso, el que se pueda pagar el pasaje para el lunes podía irse. De vuelta en el Matucana nos hicieron ordenar nuestras cosas y nos despacharon con franco hasta el lunes en la tarde, le que se podía ir a Santiago tendría que ir al regimiento y mostrar los pasajes de ida y vuelta. Yo me quede en una residencial, lo recuerdo como uno de los mejore períodos. Por supuesto yo no podía esperar y compre los pasajes para ese mismo lunes a las 15 horas, a las 13 fui al Matucana a mostrar los pasajes. Más tarde partía a Santiago y con mala suerte, con un dolor infernal de muelas, lo primero que hice el martes al llegar, fue ir al dentista donde tuve que hacerme un tratamiento conducto.

Lo que hice en las dos semanas que estuve en Santiago esta demás, ya que no viene al caso con lo que estoy relatando. Demás esta decir que fueron tres sesiones de tratamiento conducto.

Llego el domingo que tenía que partir, ya que había que estar en el Cuartel Lagos el martes a las 16:30. El bus salía de la estación a las 16:30 ese día. En tiempo de duración de viaje este fue el más largo que me ha tocado porque el bus tuvo varios problemas, pasado Los Vilos se quedó en pan y estuvimos detenido por 4 horas. Y fueron varios problemas. En síntesis, se suponía que llegábamos el lunes a las 19:30 al Terminal en Arica y luego pasaría la noche en el Hotel Concordé; llegamos al teminal el martes a las 4:15 de la madrugada, de todas formas me fui a pasar lo que quedaba de la noche en el hotel.

Al llegar al Cuartel lo primero que hubo que hacer fue reportarse, de ahí chacoteo con el resto de los soldados que venían llegando. Luego de un rato sucedió lo inminente, nos hicieron abordar los buses que nos llevarían de vuelta al regimiento. Entrando a esté fue como haber regresado a una pesadilla, no sé. Siguiente paso ingresar nuevamente a la cuadra donde había un caos total, entre los soldados que se quedaron y los que habían llegado ese mismo día pero más temprano. Tras ordenar nuestras cosas ahí, fuimos a la bodega a buscar el bolso ropero con nuestras cosas que habíamos dejado en Arica. Los hechos siguientes fueron cambiarse de combate, armar la cama y luego ir a comer. Por último, dormir.

Lo que se hizo las dos semanas que quedaban de julio no recuerdo, sólo que continuamos las clases en el liceo. En agosto llegó el turno de los que no habían viajado a Santiago, pero a ellos se les pago el pasaje. A la primera compañía fue selecciona dentro de todas las compañías del regimiento para hacer un intercambio con una compañía de un regimiento de Arica. Nos quedamos en el Regimiento Matucana, esos días fueron franco todos los días pero había que volver a dormir al regimiento, pero como no éramos muchos el ambiente era relajado y los cabos que estaban de servicio eran como los más dijes; Encalada y Oyarce. De vuelta en Putre a los que estábamos nos daban más instrucciones sobre la OME pero muy relajadas. Lo peor de ese mes fue cuando nos hicieron pasarnos a la cuadra de la segunda compañía porque nuestra cuadra sería utilizada por civiles que venían a Putre por una fiesta religiosa que se realizaba en Putre. Los más perjudicados fuimos nosotros, ya que en esa compañía eran una manga de delincuentes, al menos sólo duro pocos días y regresamos a la cuadra. Nuestra compañía fue seleccionada para ser quienes desfilaran en Arica para el día de la montaña, no todos desfilaron; yo no. Evité siempre participar en los desfiles porque era una lata las preparaciones para está. Aquí en fue también donde me volvieron a repetir, pero esta vez otro teniente, Schwarter, una vez que los demás estaban en preparaciones y ya estaba oscuro yo me había sentado en una parte donde no llegaba luz, él me vio y me hizo ir donde él a lo que me dijo “Sé que a ti esto te cuesta más que al resto” y no encontró nada mejor que mandarme a disfrazar de Batman, por supuesto evite hacerlo y no lo hice. Esa bajada a Arica fue la última en varios meses.

Septiembre no fue muy distinto el panorama, ya que se aproximaba el 19 de septiembre y los que viajamos en julio a Santiago pagados por nosotros mismos, nos tocaría viajar con los pasajes pagados por el Ejército. Pero el liceo reclamó que estábamos perdiendo mucha clase y que si viajábamos, perderíamos más. Por lo cual el comandante, Durán, decidió que los soldados que estaban en el liceo no desfilarían, ni tampoco viajarían a Santiago, me jodieron. Para el 18 los días siguientes nevó, el paisaje estaba blanco. En el 18 en el regimiento se hizo una mini celebración con juegos tradicionales y de almuerzo con empanada. Ese mes más que nada fue de ocio, no hacíamos nada sólo aseo y ver películas.

Los primeros días de octubre fue igual, hasta que llegaron los otros soldados. Ahí comenzamos la instrucción para las premaniobras que se harían en Alcerreca, lugar al cual yo no quería volver pero no me quedó otra. El 17 de octubre partimos de regreso a ese lugar que tan malos recuerdos me traían. Nos sacaron la chucha en instrucción pero cuando tocó disparar no se hizo porque un soldado se había perdido. Se perdió el jueves a las 12 del día y apareció o más bien lo encontraron el viernes en la mañana. Hasta ahí llegó, pero de todos modos ese día regresaríamos. Al llegar de vuelta al regimiento nos encontramos con las noticia que Perú estaba reclamando territorio marítimo, esos días fueron tensos dentro del regimiento.

Los primeros días de noviembre se hicieron turnos en el regimiento para bajar de franco en Arica que también fue una forma de demostrar que no estaba sucediendo nada con el asunto de Perú. Esa bajada fue la primera en dos meses desde la última para el desfile del día de la montaña. Fueron 3 días, al regresar estuve una semana más arriba y luego me bajaron para que me preparara para rendir la PSU en diciembre, de ahí permanecí los primeros días en el Cuartel Lagos, ya que luego conseguí que mi capitán me autorizara para estar con franco nocturno todos los días, con eso solo estaba una hora al día en el cuartel que era en las mañanas que me tenía que ir a reportar. Luego conseguí con un cabo que estaba a cago de eso que lo llamara por teléfono para reportarme. El primer fin de semana alojé en el Hotel Concordé, luego en la casa de un amigo de un amigo que conocí allá pero era de a UDI en Arica. DE ahí en una residencial. Al fin estuve un mes en Arica, me quede más tiempo que el resto de los soldados que habían bajado y estado ese tiempo en Arica por eso, ya que yo el domingo siguiente votaba en Arica para la elección presidencial y parlamentaria.

Al subir a Putre estuve una semana y volví a bajar con toda la compañía para más franco, subimos y tres días después partí rumbo a Santiago. Esta vez volvimos a pagar nosotros el pasaje pero los buses estaban contratados y nos llevaban hasta el Regimiento Buin en Santiago.

Vuelvo a insistir que lo que hice estando en Santiago esta demás con este relato. Acá estuve hasta el 9 de enero.

Al llegar a Putre nuevamente tuvimos que desfilar por el aniversario del regimiento, pero esta vez desfilamos ahí mismo. Duré una semana ahí, ya que volví nuevamente a Santiago, esta vez para hacer los tramites del pase escolar, nuevamente me tuve que pagar yo el pasaje. El permiso eran 3 días pero se tuvo que alargar (mejor para mí) por una semana, porque me enferme y según el doctor del Hospital Militar tenía que guardar reposo en mi casa.

Ya en el regimiento de vuelta no volví a bajar a Arica hasta que me licencie el 16 de marzo. Mientras tanto comencé a trabajar en el Casino de Oficiales que me sirvió para no tener que soportar a mi compañía que estaban cada vez más odiosos. A principios de marzo me fueron a avisar que me cambiara de civil, ya que al día siguiente me iba licenciado; yo para que más feliz hasta que llego el suboficial Campos para avisarme que el comandante de regimiento negó porque aun era muy pronto, me jodio. Esto ocurrió dos veces. Trabajé en el Casino de Oficiales hasta tres días antes de licenciarme. El miércoles entregamos equipo, teñida, etc. Y nos vestimos de civil, al día siguiente fue el desfile de licenciamiento y un show en el rancho de despedida. A la noche nos habló nuestro capitán quien nos emotivo a todos, cuando se fue se le cantó “Papi, papi González la primera jamás te olvidará”, se fue emocionado. Esa noche dudo haber dormido algo. Al día siguiente llegó el momento del adiós, regresábamos permanentemente a Santiago. Dos semanas después hubo que ir al Regimiento Buin a buscar la libreta de licenciamiento. Y decir que al Estadio Militar, desde el mismo lugar que partimos, regresamos estaba lleno de gente y fue la última vez que vi a todos.

Hubieron muchas cosas que no contre, porque no me acorde, porque no venían al caso o simplemente para no alargar tanto esto porque creo que lo que he escrito esta de basto.

En total hice 6 guardias, 5 en el regimiento y 1 en Pacollo. Los oficiales con los que me llevaba bien y sin duda fue gracias a llevarme bien con ellos que me salvé de varias: mi comandante de sección, mi teniente Alfaro, mi teniente Espinoza que era de otra compañía, teniente Mora que también era de otra compañía, varios otros; suboficial Campos, suboficial Devia, suboficial Arias, mi suboficial Contreras. Varios cabos. Y los soldados con los que más me relacione: Venegas, Mancilla, Onofre, Gutiérrez Núñez, Guerrero, Navea, y otros; Jorge Albornoz y otros que corresponden a soldados que eran de otras compañías.

Espero que esto haya servido para que conozcan más o menos como fue mi experiencia en el servicio militar, que a pesar de todo lo mal que lo pase y todo ahora que ha pasado casi un año de mi licenciamiento, creo que fue una buena experiencia que marcó mi vida, a veces como ahora quizás hecho de menos varias cosas.


GARRA Y FILO